El 1 de diciembre de cada año
El mundo conmemora el Día Mundial del Sida. Ese día gente de todo el mundo se une para apoyar a las personas que viven con el VIH y están afectadas por el virus, y para recordar a las que han fallecido por enfermedades relacionadas con el sida.



La COVID-19 nos ha demostrado que, en tiempos de pandemia, nadie está a salvo hasta que todos estamos a salvo. Dejar a alguien atrás no es una opción cuando lo que queremos es alcanzar el éxito. Para acabar con las pandemias del VIH y de la COVID-19, coincidentes en el tiempo, es clave eliminar el estigma y la discriminación, poner a las personas en el centro de la pandemia, basar nuestras respuestas en los derechos humanos y adoptar enfoques con perspectiva de género. La solidaridad mundial y la responsabilidad compartida nos obligan a contemplar las respuestas sanitarias mundiales, también la respuesta al sida, desde una nueva perspectiva. Obligan a que el mundo trabaje en conjunto para garantizar:
Los Gobiernos deben trabajar juntos y hallar nuevas formas de garantizar que la asistencia sanitaria esté plenamente financiada. Ningún país puede hacerlo solo. Se han de aumentar tanto la inversiónen salud nacional como internacional.
Las inversiones en la respuesta al sida de las décadas pasadas nos han ayudado a fortalecer los sistemas sanitarios y, de esta manera, hemos sido capaces de apoyar la respuesta a la COVID-19. Mas hemos de hacer mucho más para fortalecer los sistemas de salud y proteger a los sanitarios.
Los medicamentos que salvan vidas, las vacunas y las pruebas diagnósticas se deben considerar bienes públicos. Debe haber una solidaridad mundial y una responsabilidad compartida capaces degarantizar que ninguna persona, comunidad ni país quede atrás a la hora de acceder a los productos sanitarios que salvan vidas.
Los enfoques basados en los derechos humanos, y aplicados en todo el mundo, logran resultados sostenibles en materia de salud. La pandemia de la COVID-19 ha sacado a la luz los defectos de la sociedad y ha mostrado al mundo de qué manera los grupos de población clave han sido los grandes olvidados en muchas partes del mundo.
La pandemia de la COVID-19 ha afectado de manera significativa el medio de vida de las mujeres, las cuales se han visto afectadas de una forma desproporcionada por las restricciones y los confinamientos. Precisamente estos confinamientos han provocado el aumento de la violencia de género contra las mujeres en los hogares. Las mujeres deben ser incluidas en los procesos de toma de decisión sobre todos aquellos aspectos que afectan a sus vidas. Lo que está claro es que el mundo no se puede permitir retroceder y perder lo que con tantísimo esfuerzo se ha logrado respecto a la igualdad de género.
Ahora es el momento de hacer uso del liderazgo para conseguir sociedades más igualitarias. Debemos tener líderes capaces de defender el derecho a la salud para todos y de encabezar una recuperación mundial sólida e igualitaria. En este Día Mundial del
Sida, únete a nosotros/as e instemos todos/as a que los países multipliquen susesfuerzos para lograr sociedades más sanas. En este Día Mundial del Sida pidamos a todos solidaridad mundial y responsabilidad compartida.